Jesús predica por todos los rincones de Galilea. En esta ocasión está en las márgenes del lago. El clima, el bienestar, la vida alegre resultan fáciles en esas poblaciones que rodean Generarte, y era normal que allí se encontrasen a sus anchas las mujeres de la vida alegre...
Una de ellas escucha con atención a Jesús, se conmueve, y se grita a sí misma: ¡Basta! ¡Basta ya con esta vida de pecado que llevo! ¿Y si fuera a hablar personalmente con este tan querido Maestro?...
Espía desde ahora todos los movimientos de Jesús, y ve cómo le invita a comer uno de los fariseos principales. ¿Sí?... Pues, en la sala del convite que me he de meter. Y tal como lo piensa, lo hace.Todos están comiendo, y en medio del convite no reina más que la frialdad, pues al fariseo y a sus amigos no les importa nada Jesús, al que ha invitado sólo para espiarlo de cerca. La mujer que ahora se mete dentro sin permiso alguno es bien conocida de todos.
¿Ésa? La pecadora de siempre. ¡Y miradla ahora lo descarada que está actuando! ¿Cómo se le ocurre besar los pies del Maestro, romper un frasco de perfume oloroso, derramarlo sobre sus pies, sacarlos con su propia cabellera, y no parar de besarlos?... Si la mujer es una descarada, Jesús demuestra que no es ningún profeta, pues, de serlo, sabría quién es esta prostituta, cargada de pecados...
Así piensa el anfitrión, y, ante la sonrisa maliciosa de los comensales, adivinando Jesús los pensamientos de todos, rompe el silencio: Oye, Simón. Quisiera hacerte una pregunta. Di, Maestro, di. Mira, Simón. Había un acreedor que tenía dos deudores. El uno le debía cincuenta dólares y el otro quinientos. Como ni uno ni otro tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Quién de los dos querrá más ahora al generoso acreedor?
A Simón se le está cayendo la cara de vergüenza ante los invitados, al ver cómo Jesús le va sacando a relucir todas sus faltas de etiqueta y de educación. Y ahora tiene que oír lo más duro, si es que quiere entender:Por eso te digo que a ésta se le perdonan todos sus muchos pecados, porque me ha amado mucho. Tú como piensas que no tienes pecados, ni pides perdón, ni se te perdona nada, ni amas nada tampoco...Todos escuchan atónitos, mientras se dicen: ¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?
Todo judío sabía muy bien que los pecados sólo puede perdonarlos Dios. Pero Jesús remacha sus palabras con una despedida emocionada: ¡Tu fe es muy grande, mujer! ¡Vete en paz! ¿Qué ha dicho esta pobre mujer para merecer semejante perdón y llevarse tanta paz en el corazón?... ¡Nada! Sencillamente, ha amado mucho. Por este hecho incomparable de Jesús con la prostituta adivinamos, mejor dicho, nos damos cuenta hasta la evidencia, del valor de nuestro corazón ante Dios.
¿Amamos? Tenemos entonces rendido a Dios en favor nuestro. ¿Llevamos tal vez una vida intachable en sociedad y hasta delante de nuestra conciencia, pero el amor del corazón para con Dios y los demás es flojo, tibio, de poca oración y de poca generosidad? Entonces nuestra vida vale poco, porque el peso de la vida lo da el amor...
Este Evangelio, que hemos oído cien veces, nos resulta siempre nuevo. Y cada día se va repitiendo en la Iglesia el gesto de esta afortunada mujer, y cada día Jesús va repitiendo en la intimidad de los corazones las mismas palabras:
Querido hermano, me ayuda a conocerme más por dentro y a conocer a Dios. Con la licencia que me da sabernos hermanos en el mismo Amor a Dios le pido que tenga a bien visitar la entrada "El llamamiento" del blog
ResponderEliminarhttp://jovenconvocacionreligiosa.blogspot.com/
Gracias además por esta música, es genial. Pida por nosotros hermano, nosotros ya lo hacemos por usted
Ave María Fray Andrés Paz y bien sean con Usted mucho gusto, gracias por visitar mi blog y le felicito por el suyo, esta reflexión es maravillosa, le pido sus oraciones y rezare por su vocación hasta pronto :o) ... Jesús manso y humilde de corazón haced mi corazón semejante al vuestro. Amén!!!
ResponderEliminarLe visito desde El Salvador Centroamerica, desde mi blog
ResponderEliminarwww.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
MI TESTIMONIO PARA LA GLORIA DEL PADRE CELESTIAL.
BENDICIONES.