Hola Amig@s: A lo largo
de los siglos y, aún hoy, se han llenado miles de páginas con el fin de
entender el Misterio que hoy celebramos. Pero no es suficiente con hacer
cálculos y demostraciones. Es necesario ver el sentido, el “para qué” del Dios
Trino. Más allá de la lógica formal encontramos un Dios derramándose sobre
nosotros, abrazándonos, besándonos…
Por tanto, la clave
para entender en qué consiste la Trinidad no es más que la relación que existe
entre ellos, pues las palabras que utilizamos para referirnos a ellos ya son
relación. El Verbo es la Palabra, la expresión, el diálogo de Dios y el
Espíritu Santo es el amor de los dos, es inspiración, aliento, beso, gemido,
suspiro de Dios, no es sino el susurro de dos que se aman.
La relación mutua es
tan profunda y radical que hacen que lleven a la unidad y se conviertan en un
solo Dios-comunión, en un solo Dios-amor y en un solo Dios-relación. Como dice
Ernesto Cardenal, este es el dogma del amor.
El misterio de que Dios
no es solo, de que es Unión, y comunión, y comunidad, y familia. Dios es amor
pero no un amor egoísta sino de entrega; no es amor propio sino mutuo, porque
Dios es Mutuo. Si Dios fuera solo Unidad sería totalmente solo, sin generación,
estéril. Esta es la clave que nos debe llevar al entendimiento y sobre todo a
hacer vida esto que creemos ya que nuestra fe no es una fe de misterios sino de
un único misterio el de la solidaridad y donación de Dios a la creación y
concretamente a nosotros, al ser humano. Así de sencillo.
Ante este misterio del
Dios único conviene la actitud de los discípulos que aparece en el evangelio.
Hay una traducción aceptada por los críticos que dice así: “Al verlo, lo
adoraron; ellos que habían dudado”. Nosotros, como los discípulos, hemos dudado
de Dios, le hemos abandonado buscándonos otros diosecillos o buscándonos a
nosotros mismos. Hemos sido infieles. Pero siempre tenemos una oportunidad para
volvernos hacia él, para reconocerle como nuestro único Dios y para adorarle.
¿Por qué no hoy? Ellos vivieron una transformación interior que les hizo pasar
de la duda a la adoración. Esa transformación también es posible para mí en el
día de hoy.
Que así sea.
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