LA EUCARISTIA Y LAS REALIDADES TEMPORALES.


Quiero comenzar mi escrito citando el numeral 1327 del Catecismo de la Iglesia Católica en donde dice:

La Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar (San Ireneo). He querido citar este pequeño texto, en donde veo una ideología grande que se nos puede prestar para mirar un poco lo que piensa nuestro mundo actual con relación a la eucaristía.

Si notamos vivimos en un mundo secularizado en donde el sacrificio Eucarístico solo puede ser para una clase de ideología, una imple mescla de harina y vino, en donde el resultado es una simple y llanamente una tradición de una historia o libros recopilados. No solamente nos quedamos en lo que piensa estas personas, sino que nos apropiamos de lo que es real para nosotros, el Sacrifico de Cristo quedándose y donándose diariamente por nosotros en la Eucaristía. Vemos en el milagro Eucarístico el amor de un Cristo misericordioso, compasivo, lleno del amor del Padre Dios, que es un amor de donación y de entrega absoluta al que pide perdón, compasión y reconciliación. Es ese cercano a los pobres y a los que sufren, es el amor del Señor presente en la Eucaristía que nos invita a todos, a una comunión intima con él, revistiéndonos de una gracia y de una justicia resplandeciente.

Así pues, el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, pero Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle, para que viva y encuentre la dicha. Por eso esta búsqueda exige al hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, de su voluntad y de un corazón recto que lo lleve a interrogarse de múltiples maneras, en su historia y hasta nuestros días, los hombres han expresado su búsqueda de Dios por medios de sus creencias y sus comportamientos religiosos y también por medio de un punto de partida; la creación, el mundo material y la persona humana para llegar a aquel que es el ser en sí, sin origen y sin fin.

AMIGO  ¿Que piensas de la Eucaristia?