domingo, 16 de agosto de 2015

Ser Dominico




Ser Dominico, es ponerse en camino, es decir, en salida. Es enfrentar el día a día de la vida cotidiana; es ser auténticos, en la verdad y en la creatividad, todo ello marcado por el silencio interior profundo de la oración.

Ser Dominico, es ser Predicador, Guía, Pedagogo en el camino de una sociedad, en donde las personas corren el riesgo de perder su propia identidad y quedar aturdidas ante múltiples voces, que pretenden apocar la vos del Pastor.

Ser Dominico, es ser Hombres y Mujeres que quieren enseñar a vivir; que quieren ayudar a que las personas descubran en el día a día cual es la manera más humana de existir.

Ser Dominico, significa ser testimonio Profético, porque nuestra forma de vivir tiene que denunciar como lo hacen todos los profetas, aquello que va en contra de la vida, la familia y la dignidad Humana.

Ser Dominico, es comprometerse a manifestar al mundo desde la cotidianidad de la vida, que otro mundo es posible porque sí que hay una alternativa.

Ser Dominico, es encarnar la Verdad, es manifestar que es posible un mundo de amor y justicia, de paz y felicidad; en donde impere la bondad, la libertad para hacer el bien, el amor a los últimos y el perdón que hace visible y creíble al Creador.

Ser Dominico, es una forma de vida en donde se busca la santidad, como un camino para andar y llegar a una meta, que gusta y disfruta una vida que nos lleva a la felicidad verdadera: Dios Trino.

Ser Dominico, es ser Hijos e Hijas de santo Domingo. Hombres y Mujeres que nos atrevemos a vivir algo de la bondad, la libertad, la compasión, la alegría que nuestro Padre introdujo en la Orden de Predicadores.

Ser Dominico, es hacer más creíble a un Dios Comunidad de Amor, que es Verdad estudiada, misericordia vivida y contemplada, que es el fundamento de nuestra Esperanza.


¡Feliz Día de Nuestro Padre Santo Domingo!


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